Cómo la respiración puede mejorar mi vida
La respiración es lo primero que hacemos al nacer y lo último que hacemos antes de abandonar este mundo, cuando uno aprende a respirar aprende a respirar la vida y algo cambia a tu alrededor. Por ello quiero poco a poco ir dándote claves para que puedas poner sencillos ejercicios en práctica y lo experimentes por ti mism@.
Todos tenemos dificultades y problemas, lo que marca la diferencia es cómo afrontamos las situaciones que llegan a nuestra vida.
Aprender a respirar correctamente es la clave para gestionar el estrés y la ansiedad, para depurar nuestro organismo a través de los pulmones, para conectarnos con nosotros y relajarnos.
Normalmente se respira con la parte más alta del pecho, incluso solo con la parte de las clavículas, esta forma de respirar es un foco de ansiedad.
Hoy vamos a aprender cómo se hace la “respiración yóguicaâ€Â. Una forma de respirar que nos ayuda a utilizar toda nuestra capacidad pulmonar, oxigenando los pulmones y eliminando toxinas de nuestro cuerpo.
Hay teorías que dicen que respiramos un número limitado de veces a lo largo de nuestra vida y que cuanto más lento y profundo se respire más se vive ;), de una forma u otra, lo que está claro es que una respiración lenta y profunda hace que el corazón trabaje menos y se oxigena más la sangre, que funcione mejor el sistema digestivo, que los pulmones se expandan más y aumenten su elasticidad, que se active el sistema nervioso parasimpático (que nos ayuda a relajarnos)…
Para ello túmbate en la cama o en una superficie cómoda, coloca tu mano derecha en tu abdomen y tu mano izquierda en el pecho, cierra los ojos y siente el movimiento que se produce en tu cuerpo.
A nivel fisiológico tenemos la cavidad abdominal y la cavidad torácica separadas por el diafragma, un músculo que se atrofia si no lo utilizamos. Un músculo que tenemos que empezar a ejercitar si queremos utilizar toda nuestra capacidad pulmonar.
La respiración yóguica es aquella en la que al inhalar primero se hincha el abdomen y después se expanden las costillas y el pecho. Y al exhalar baja el pecho y las costillas y el abdomen se contraen.
Practica esta respiración todos los días durante cinco minutos para poco a poco ir integrándola como un hábito saludable más en tu día a día sin prácticamente esfuerzo y disfrutando de todos sus beneficios.
La respiración ha de ser cómoda y relajada, si sientes que tu respiración se acelera haz una respiración profunda y comienza de nuevo.
La práctica de esta respiración, además de todos los beneficios físicos, ayuda a focalizar la mente y aumentar la concentración.
Espero que esta forma de respirar te aporte energía, tranquilidad y serenidad a tu mente. Un paso más para ir sumando salud a tu vida.