Mindfulness y estado emocional
En primer lugar, necesitamos saber que hay una relación directa entre Mindfulness y estado emocional.
En la entrada anterior comenzamos a hablar de los beneficios de la práctica de mindfulness. Y en esta entrada seguimos conociendo beneficios de la práctica de mindfulness.
Aumenta la estabilidad emocional (mindfulness y estado emocional)
Ya que las personas que meditan de forma regular tienen mayor habilidad para cultivar emociones positivas. Mindfulness y estado emocional están muy conectados.
Aumenta la creatividad
Esta fue la conclusión a la que llegaron en 2012 científicos de la Universidad de Groningen en Dakota del Norte tras descubrir que tras 10 minutos de meditación mejoraba la capacidad de resolver problemas de forma creativa.
Ralentiza el envejecimiento celular
El incremento del bienestar psicológico y la reducción del estrés obtenidos con la meditación ayudan a generar un aumento de la actividad del enzima telomerasa (que, a su vez, ayuda a alargar las terminaciones -telómeros- de los cromosomas).
Mejora la tolerancia al dolor
Ya que varios estudios han demostrado que la meditación disminuye la percepción del dolor en pacientes que sufren fibromialgia o dolor crónico.
Ayuda a retrasar el deterioro cognitivo propio de la edad
A esta conclusión se llegó tras el estudio llevado a cabo por la Dra. Sara Lazar, de la Universidad de Harvard, meditadores constantes de 50 años mostraban un grosor de corteza cerebral similar a individuos de 20 años. Tras sus investigaciones la Dra Lazar concluye que:
Los cerebros de los meditadores se encojen menos con la edad.
Las conexiones neuronales se mantienen más fuertes durante más tiempo como resultado de la meditación continuada en el tiempo.
Como conclusión a todos los beneficios que hemos analizado en la última entrada y en esta:
No hay duda de los grandes cambios que podemos observar a nivel físico y psicológico en nuestro cuerpo cuando practicamos mindfulness.