Alimentación y tercera edad
Nacemos pequeñitos  y rechonchos, morimos pequeñitos y arrugados. A lo largo de la vida vamos cambiando la piel tersa e inocente por arrugas, conocimiento y sabiduría. ¿Qué nos llevamos? ¿Qué dejamos? Habría que adorar a los ancianos, a aquellos que son capaces de llegar a esa edad, con esas miradas con tantas historias detrás. Gracias abuelitos por todo lo que nos dejáis, eso que compartís y eso que os lleváis.
Quiero hablar de la alimentación en la tercera edad, cómo alimentar a los ancianos, no me voy a ir por las ramas… 😉
Con este post cerramos esta saga de entradas sobre la alimentación en las diferentes etapas de la vida. Vamos allá con esta última :).
Los niños y los ancianos se parecen mucho, según nos vamos haciendo mayores vamos adoptando incluso una forma casi de feto. Ambos son muy yang, pequeñitos, con mucha retención y concentrados. Por eso la alimentación de ambos se parece.
Alimentos que no se recomiendan para los ancianos:
- Carne y embutidos
- Alcohol
- Café
- Azúcar
- Huevos
- Marisco
- Sal
Estos alimentos les desmineralizan debilitando los huesos y les quitan energía o les generan retención (más de la que ya tienen), bloqueándoles.
Alimentos que se recomiendan para los ancianos:
- Verduras muy dulces (calabaza, zanahoria, cebolla…) en cremas, al horno, al vapor…
- Frutas en compotas
- Legumbres muy blanditas con cereales integrales
- Algas en las legumbres, verduras…
- Postres con frutas, agar agar, pasas, orejones, melaza de arroz…
- Semillas
De esta forma fortalecemos los huesos y les aportamos dulzor natural de las verduras, frutas y cereales integrales, para que no les apetezca tanto el azúcar refinado.
Espero que hayas disfrutado y que hayas puesto en práctica ideas y sugerencias para ir cada vez consiguiendo la alimentación que mejor te sienta en cada momento.
Cualquier duda estoy a tu disposición en: sumati@sumati.es
Una gran sonrisa