Cómo mejorar mis digestiones
¿Te suena eso de: «me siento hinchada«, «tengo digestiones pesadas«, «parece que me haya comido un buey«…?
Cada vez que tengo una consulta de coaching nutricional, es raro que la persona no me diga algo relacionado con las digestiones y es que es uno de los males de nuestros días. La flora intestinal se destruye con la alimentación de hoy en día y el intestino se inflama, impidiéndonos absorber bien los nutrientes y dejándonos sin energía.
Quiero contarte un poco en qué consiste la digestión y de qué depende. La digestión comienza en la boca, gracias a lo que llamamos «enzimas«, unas moléculas de naturaleza proteica que aceleran todas las reacciones químicas del organismo. Si no existieran las enzimas, el proceso de digestión sería tan lento que daría tiempo a absorber los nutrientes y la nutrición se haría imposible. Cuando faltan enzimas, el organismo tiene que trabajar mucho más, la digestión se hace más pesada y el cuerpo se agota y los órganos trabajan en exceso, esto provoca un envejecimiento prematuro y perjudica la salud ya que además aparecerá estreñimiento, gases…
Como decía, la digestión empieza en la boca gracias a las enzimas ptialina o amilasa que ayudan a digerir los hidratos de carbono, en el estómago está la enzima proteasa que ayuda a digerir las proteínas y la enzima lipasa que ayuda a digerir las grasas.
Los alimentos pasan de la boca donde se juntan con las enzimas y jugos correspondientes hasta el estómago, donde el pH es mucho más ácido al juntarse los jugos gástricos, el ácido clorhídrico… la ptialina o amilasa dejan de esta activas (se volverán a activar en el intestino cuyo pH vuelve a ser alcalino, para acabar de digerir los hidratos que no hayan digerido todavía en fases anteriores). El bolo alimenticio pasa del estómago al intestino donde se absorbe la gran parte de los nutrientes, de ahí la importancia de la calidad de la flora intestinal, que se inflame o no el intestino dependerá de lo que hayamos comido y de cómo lo hayamos comido ya que por muy sano que sea el plato, si lo comemos rápido, casi sin respirar, con alguna emoción fuerte, hablando, bebiendo… nos hinchará y la digestión se hará más pesada y más lenta. Además del qué es esencial el cómo. Todo lo que no se absorba y la fibra que hayamos ingerido irá pasando al intestino grueso donde todavía se absorberá parte del agua e incluso alguna vitamina. Hasta llegar al colon para se expulsado lo que no se necesite a través del ano.
Saber qué elimina las enzimas y cómo protegerlas es esencial si queremos tener una buena digestión.
Las enzimas empiezan a destruirse cuando los alimentos se calientan, sobre todo a partir de los 45 grados, también cuando los alimentos están a temperaturas frías, cuando el pH de los alimentos es muy ácido o muy alcalino, cuando se ingieren ciertos alimentos se reduce la secreción de las enzimas (alcohol, azúcar, carne…). Cuanto más mayor nos hacemos menos enzimas tiene nuestro organismo, el exceso de peso también reduce la cantidad de enzimas.
Si quieres aumentar las enzimas de tu organismo incorpora en todas tus comidas alimentos crudos o cocinados poco tiempo a poca temperatura, evita el alcohol, azúcar y carne, lleva una alimentación equilibrada, no bebas durante las comidas (ya que disuelves los jugos pancreáticos y reduces las enzimas), come alimentos ricos en enzimas (como veremos en la próxima entrada), evita el exceso de peso, fortalece tu sistema inmune…
El tema del intestino, su inflamación, la flora intestinal… es un tema que me apasiona, seguiremos hablando sobre él a lo largo de los próximos meses :), feliz día!!!