Hambre Emocional
Echo un vistazo atrás y me vienen a la cabeza muchas personas que han ido pasando por la consulta porque querían perder unos kilos de más pero, sobre todo, porque querían poner fin a los atracones de última hora de la tarde o por la noche. Hay quienes dibujaron esa fuerza que le impedía parar de comer en forma de monstruo, de luz oscura, hay quienes pusieron palabras, escribieron cómo se sentían…
El hambre nos avisa cuando necesitamos energía y como siempre comento, el cuerpo siempre se prepara «por si acaso», siempre se prepara «por si falta» pero no «por si sobra». El estómago es un músculo que se ensancha, podemos comer cantidades que si uno viera el tamaño del estómago parecería imposible. Cuando nos acostumbramos a comer mucha cantidad se sigue ensanchando y ensanchando y ésto hace que cada vez necesitemos más comida para saciarnos.
Si además, empezamos a comer a nivel emocional, pensando que el alimento nos hará sentir mejor, es decir, buscando la felicidad en el lugar equivocado, el estómago seguirá ensanchándose, comeremos más y las consecuencias serán aumentar de peso, generar toxinas en nuestro organismo, sentirnos mal con nosotros mismos, estar sin energía, sentirnos pesados, necesitar dormir más de lo normal…
La comida, sobre todo el azúcar, nos activa al principio pero a la larga lo que hace es relajarnos, parar, descansar… pero es una ficción, estamos tirando piedras contra nuestro propio tejado.
Durante las próximas entradas voy a ir dándote trucos y claves para dejar de lado este tipo de hambre, empezar a tomar consciencia de quién eres, qué necesitas y para qué el cuerpo está enviándote un mensaje claro: ÂáESCÚCHAME!
Mientras tanto, puedes mañana escuchar de forma gratuita la CHARLA ONLINE EN DIRECTO sobre el HAMBRE EMOCIONAL. Será a las 19h, para acceder a ella puedes ver aquí toda la información
Qué tengas un bonito día 🙂