Importancia de las texturas
En cada comida que realizamos tenemos la oportunidad de experimentar con las texturas. Y en muchos de los casos, se nos pasa por alto prestar atención la importancia de las texturas.
La importancia de las texturas
Las texturas de los alimentos influyen, y mucho, en la saciedad que sentimos tras ingerir los alimentos. También en el hambre que sentimos y en la necesidad de comer ciertos alimentos. Conocer la importancia de las texturas nos ayuda a escucharnos.
Al masticar, fortalecemos la mandíbula y masajeamos el cráneo. Cuando comemos todo en forma de purés, sopas o cremas, el cuerpo nos pedirá galletas o frutos secos. Para sentir la textura crujiente y escuchar el sonido que producen los dientes.
Cómo elegir el tipo de textura que necesitamos
Por la mañana nos interesan texturas blandas para ayudar a la digestión. Ya que el metabolismo es más lento (infusiones, copos de avena cocinados y blandos, frutas, muesli…).
El metabolismo es más rápido desde media mañana hasta medio día. Durante este periodo de tiempo nos interesa ingerir alimentos con texturas secas y crujientes. Por ejemplo: pescado, legumbres sin mucha agua, frutos secos, semillas, verduras crudas, frutas frescas…
La comida del medio día nos interesa que esté seca (pescado, frutos secos, arroz integral, semillas…). Para evitar la necesidad de hidratos de carbono (galletas, pizza, bollería industrial…) a media tarde.
Cuando todo lo comemos muy aguado, con textura húmeda (arroz caldoso, sopas, legumbres muy líquidas…) nos saciamos menos. Y nos entrará hambre antes que si el arroz fuera seco o las legumbres tubieran menos agua. Por ello, es más interesante tomar las cremas, purés o sopas por la noche. Porque aunque nos sacie menos nos vamos a la cama.
Por la noche, nos vuelve a interesar comer texturas blandas y húmedas. Alimentos más cocinados y con más agua, para relajar al cuerpo y para dormir mejor.
¿Qué textura te pide el cuerpo?
El cuerpo nos habla a través de las texturas que nos pide:
Si nos pide texturas crujientes como patatas fritas o chocolate en tableta, nos está diciendo que: o no tomamos otros alimentos crujientes más sanos, como, por ejemplo, verduras crudas, semillas o frutos secos, o necesitamos romper con algo en nuestra vida. Quizá no nos atrevemos a cortar con la monotonía. Así, nos hemos conformado con un trabajo que no nos llena, con una pareja que no nos aporta nada, con ciertas compañías que nos quitan energía…
En cambio, cuando el cuerpo nos pide texturas crujientes, pregúntate: ¿que necesito triturar en mi vida, con qué necesito romper?
Si el cuerpo nos pide texturas muy blandas y húmedas, puede ser porque le estemos dando alimentos muy secos. Como carnes, frutos secos, bebamos poca agua… Y necesitamos ingerir alimentos con más agua como verduras, frutas, más agua… O esta necesidad de texturas nos indican también que necesitamos cuidarnos, descansar más, querernos más, dedicarnos más tiempo…
¿Qué tipo de texturas te pide tu cuerpo? ¿Conoces lo que es el hambre emocional? ¿Y los diferentes tipos de hambres? ¿Quieres conocer la importancia de las texturas?
¿Te animas a dar un paso más?
Si quieres descubrir cómo tu cuerpo se comunica contigo a través de las texturas y de los alimentos que te pide. Y cómo tu relación con la comida puede ayudarte a conocerte, te ofrezco mi ayuda a través de las Consultas de Coaching Nutricional. Donde, de forma personalizada, recibirás el acompañamiento para conocerte a través de tu relación con la comida. Y será más sencillo equilibrar tu alimentación, tu peso y, sobre todo, volver a gozar del placer de comer. ÂáInfórmate!