Mi niña interior
Conectar con mi niña interior, con la niña interior de cada una de nosotras, nos ayuda a conocernos. Para entender cómo aprendimos a gestionar nuestras emociones allá en la infancia. Y, sobre todo, para aceptarnos y para perdonarnos.
Patrones adquiridos inconscientemente
Cuando somos niñas, vivimos experiencias que valoramos inconscientemente como incómodas. Y, las afrontamos con los recursos limitados que tenemos en ese momento.
Una madre muy controladora que nos asfixia, una mala relación entre nuestros padres, un abuso, una muerte de una persona cercana… Cualquier situación, más o menos grave, que no supimos cómo gestionar en su momento, nos llevó a comportarnos de cierta manera. Y es muy habitual que, al tratar de evitar esa situación, reaccionáramos de una manera que se ha convertido en nuestro patrón. En nuestra forma de responder ante esa misma situación cuando se produce. También en la edad adulta.
A menudo me encuentro personas que ese patrón, adquirido inconscientemente, fue la comida. En su infancia no sabía gestionar cierta situación y para evadirse del problema empezó a comer. Y esta reacción se repite en su edad adulta. Cada vez que siente incomodidad acude a la comida. Hay personas que lo hacen acudiendo al trabajo, al alcohol, al sexo…
Cómo conectar con mi niña interior
Conectar con nuestra niña interior, con la creatividad, la inocencia, los sueños, la ilusión…, nos ayuda a madurar. Para aprender a gestionar nuestras emociones o sensaciones incómodas desde nuestro ser adulto. Y, a la vez, nos ayuda a conectar con esa parte de nosotras que nos bloquearon.
¿Qué parte de tu ser fue impresionable cuando eras pequeña? ¿Eres capaz de salir de la rutina que conoces y abrirte a lo desconocido? ¿Qué estrategias utilizabas para sentirte aceptada por tu familia? ¿Qué te conecta con la sensación de refugio? ¿Y con la sensación de seguridad? ¿Qué parte de ti sientes vulnerable hoy en día?
Hambre emocional
Cuando conectamos con esa niña interior que fuimos, que tenía necesidades que no fueron cubiertas, podemos entender:
- Por qué nos cuesta tanto pedir lo que necesitamos. Me siento auto-suficiente, súper mujer, y me doy yo misma lo que «creo» que necesito. Me he acostumbrado a hacer yo sola todo, tirar con todo a mis espaldas.
- Por qué pedimos tanto, y a pesar de ello, sentimos que nunca nos dan lo suficiente. Me siento insegura, todas mis necesidades vienen de fuera, pido lo que yo no soy capaz de darme, cuidado y protección.
Ambas situaciones nos pueden llevar a comer inconscientemente y a darnos un atracón. Porque no reconozco mis verdaderas necesidades.
Te ofrezco mi apoyo para conectar con esa niña interior que fuiste, escucharla, darle reconocimiento y superar patrones del pasado. ÂáQué tengas un bonito día!