La relación con la comida empieza en la infancia
De niños adoptamos las costumbres y hábitos de nuestros padres en su relación con la comida.
Cierra los ojos por unos instantes, respira profundo y visualiza a una comida de un día normal en tu niñez. ¿Qué ambiente había? ¿A qué velocidad comían las personas de tu familia? ¿Qué sensaciones tenías? ¿Te obligaban a terminar lo que tenías en el plato? ¿Te castigaban o te premiaban según tu forma de comer? ¿Qué relación con la comida había?
Hay estudios que demuestran cómo los niños que pueden elegir lo que comen y cuándo dejar de comer seleccionan alimentos que combinan los nutrientes que necesitan. Pero esto se nos pasa por alto y con la mejor voluntad del mundo:
- Les obligamos a comer cuando no quieren comer.
- Les damos a entender que nosotros somos los que sabemos lo que necesitan y no ellos.
- Desconectan de las señales de propio organismo y confían en lo que nosotros les decimos.
Y de esta manera se va generando la relación con la comida que tendremos en la edad adulta. Ya que es en la infancia cuando se establecen los pilares principales de nuestra relación con la comida.
¿Cómo puedes ayudar a tus hijos?
- Evita obligarles a comer todo lo que tienen en el plato
- Ayúdales a conectar con su sensación de hambre y de saciedad: ¿Cuánto hambre tienes en este momento?
- Comparte con ellos la compra y preparación de los alimentos.
- Dales ejemplo con tus propios hábitos en tu relación con la comida.
- Los niños pueden comer lo mismo que los adultos, no necesitan menús especiales.
- Come con ellos, que no coman solos.
- Genera un ambiente agradable en el momento de comer. Quizá podéis hacer alguna relajación o respiración antes de empezar a comer.
- Ayúdales a tomar conciencia de cómo los alimentos nos afectan a nivel físico, mental y emocional.
Si quieres apoyo y acompañamiento en el camino de generar en tu familia una sana relación con la comida estoy a tu disposición.