Medita con tu respiración
Hola,
En la entrada anterior hablamos del 7 hábito saludable a introducir, hoy seguimos hablando de la Meditación.
Comentamos la importancia de relajar el cuerpo físico, ya que la conexión entre el cuerpo y la mente es directa, si relajamos el cuerpo directamente se relaja la mente, es la forma más directa junto con la respiración.
Una vez se ha relajado el cuerpo pasando ese scanner que comentábamos, vamos a un segundo plano, esencial también, la respiración.
Al principio puedes empezar prestándola atención, sin más, observándola. Percibe la temperatura por la que pasa por las fosas nasales, la densidad, la velocidad… Con cada inspiración siente el cuerpo llenarse de energía y expandirse, con cada espiración siente el cuerpo contraerse y relajarse.
Cuando te resulte fácil observar la respiración puedes dar un segundo paso y dejar un espacio de un par de segundos entre la inspiración y la espiración, sintiendo que te quedas en un lugar mágico donde no existe el tiempo ni el espacio, donde todo parece que se pare, donde solo existen tus sensaciones, donde solo existe ese preciso instante.
Si esto te resulta cómodo, puedes contar el tiempo que dura la inspiración y el tiempo que dura la espiración, lo ideal es que duren lo mismo o que incluso la espiración sea más larga (así la relajación será más profunda).
Tras unas semanas de prácticas observarás como la respiración cada vez es más larga, tus pulmones aprovecharán toda la capacidad pulmonar. Para respirar correctamente puedes volver a leer esta entrada en la que explicaba cómo hacer la respiración yóguica.
Si estás cómod@ puedes empezar a contar la respiración para tener la mente más atada, primero en tiempos de 6 (inspiras, mantienes y espiras en 6 tiempos cada uno); después inspiras en 3, mantienes 9 y espiras en 6; después inspiras en 4, mantienes 12 y espiras en 8.
¿Qué sensación queda al terminar? 🙂