Mi refugio
Hay momentos en la vida que nos sentimos perdidos y sin rumbo. Y lo percibimos como algo negativo. Buscamos pero no encontramos un refugio.
Cuando miro las crisis personales que he tenido en mi vida me sorprendo. Porque gracias a ellas he hecho cambios y he conseguido el coraje y la fuerza para arriesgarme. Para no hacer lo que tocaba. Para cambiar de opinión. Y, también, para ser más feliz.
La ansiedad nos ayuda a parar y plantearnos el paso que estábamos dispuestos a dar. Gracias a la ansiedad podemos cambiar de opinión.
Pero mientras busquemos fuera las soluciones nuestra frustración no disminuirá.
Nuestro verdadero refugio está en nuestro interior
Solo allí podemos encontrar las respuestas. Conectando con nuestro cuerpo a través de las dolencias. A través del estado de nuestra mente. Y con el vaivén de las emociones.
Todas las respuestas están en nuestro interior. Pero para acceder a ellas necesitamos una mente clara y serena.
Cuando nos acatarramos con facilidad. O cuando nuestra mente va alocada y nos llenamos de actividades y de personas. O cuando sentimos presión en el pecho o dolor de cabeza.
Todos estas sensaciones son síntomas de que algo no va bien.
Si, a pesar de ello, no planteamos un cambio en nuestra vida viviremos desde la resignación. Pondremos una y mil escusas para no hacer cambios:
- No puedo hacer nada
- A estas alturas qué va a cambiar
- Soy demasiado mayor
Porque no nos atrevemos a cambiar. Y las crisis personales no se solucionan con pastillas.
Si miramos hacia atrás y no nos alegramos de lo que hemos ido haciendo a lo largo de nuestra vida, es momento de cambio. Y no tiene por qué ser un cambio externo a través del cambio de trabajo, residencia, pareja… Que también. Sobre todo se trata de un cambio interno.
Cuando somos capaces de estar en silencio y aprender a conectar con nuestro refugio interior somos capaces de parar la mente y gestionar la frustración y el malestar.
El momento para entrenar la mente no es en el momento de crisis. Entrenarla antes nos ayuda a superar mejor las crisis y estar preparados para el cambio. Desarrollar la ecuanimidad y gestionar el sufrimiento nos ayuda a vivir desde la estabilidad emocional. Desde nuestro centro.
Si quieres aprender a gestionar tu pensamiento y aprender a conectar contigo para encontrar respuestas tienes a tu disposición el Curso Online de Mindfulness que empezamos el 9 de abril.