Qué es el estrés
Espero que todo lo que hemos ido hablando sobre el hambre emocional te haya ayudado por lo menos para plantearte tu relación con la comida y analizar cómo mejorar y cómo comer de forma más consciente. En esta y las siguientes entradas hablaremos de qué es el estrés.
Aprenderemos a gestionarlo a través de una serie de ejercicios físicos y de respiración. Y a través de la alimentación. Antes de meternos directamente con estas herramientas que pueden ayudarnos, vamos a entender bien qué es el estrés y qué efecto tiene en la salud.
Desde mi punto de vista el estrés es el gran mal de esta sociedad. Sabemos que:
- Acidifica nuestro organismo
- Nos quita energía y vitalidad
- Dificulta la concentración
- Nos hace entrar en un círculo vicioso que baja nuestra autoestima.
Qué es el estrés
Podríamos definir el estrés como:
«Conjunto de reacciones físicas y psicológicas que sufre una persona cuando se ve amenazado al evaluar el entorno como algo que desborda sus recursos y pone en peligro su bienestar».
Es algo que se produce internamente y que depende de la “valoración†del entorno por parte del individuo. Variará dependiendo de la persona. Por ello, ante un mismo hecho dos personas pueden reaccionar completamente diferente.
No todo el estrés es negativo. Hay un tipo de estrés que puede ser muy positivo (eustrés) si ayuda a motivar, supone un reto y nos lleva a la acción. Pero puede ser muy negativo (distrés) si la sensación de demanda es superior a la de nuestros recursos. Y si esta situación se mantiene y se hace crónica el efecto es muy negativo.
En primer lugar está la fase del estrés es la que se llama fase de alarma. Y se produce cuando se valora el entorno que nos rodea como algo que desborda nuestros recursos. Se activan todos los mecanismos del organismo para hacer frente a esa amenaza.
En segundo lugar está la fase de resistencia o adaptación (depende de la capacidad de adaptación de la persona y la resistencia que ponga al cambio).
Y en último lugar está la fase de agotamiento si la persona no se acaba adaptando. Se resiste (no se consigue el equilibrio y el agente estresor le supera).