Tu relación con la comida habla de ti

De las múltiples prácticas yóguicas que existen, he hecho una selección de aquellas que, a mi modo de ver, más nos ayudan a serenar la mente y mejorar el funcionamiento del sistema digestivo. Como explico en mi libro Tu relación con la comida habla de ti, todas estas prácticas producen diferentes beneficios, pero hay uno que todas comparten: ayudarnos a ser más auto-reflexivas. En esta auto-reflexión se encuentra el secreto para resolver, poco a poco, el problema de los atracones, de los impulsos ciegos que nos llevan a ingerir comida de forma inconsciente, sin darnos cuenta. Esta voluntad consciente conseguirá que el hambre emocional desparezca.

Shatkarmas son seis técnicas de limpieza para purificar el cuerpo y la mente. Vamos a conocer dos de ellas: neti y nauli. Nos ayudan a aumentar la concentración y la salud del cuerpo y, así, podemos acceder a todos los beneficios de la práctica de asanas.

A través de estas técnicas equilibramos los 5 elementos que nos forman: tierra, agua, fuego, aire y espacio. Tanto los órganos internos (tráquea, estómago, intestino, pulmones…), a través de los alimentos o el aire que respiramos, como nuestra mente, a través de los pensamientos que proceden del mundo que nos rodea, entran en contacto con el exterior y necesitamos depurarlos.

El cuerpo es nuestro templo y necesita que lo cuidemos.

Las asanas son posturas físicas que realizamos con el objetivo de flexibilizar y fortalecer el cuerpo y la mente, reduciendo las perturbaciones mentales y las molestias corporales. Así, podemos permanecer inmóviles mientras meditamos sin que el cuerpo sea un obstáculo. La mejor asana es aquella donde está presente la firmeza y la comodidad, sin forzar.

Es importante practicar con el estómago vacío, respirar por la nariz de forma consciente, escuchar el cuerpo, profundizar y sentir cada postura, tomar consciencia de las sensaciones corporales y de cómo reacciona la mente, que el movimiento siga a la respiración, salir despacio y consciente de las posturas, utilizar la postura para estar aquí y ahora y no forzar, reconocer los límites del cuerpo.

Surya namaskar o Saludo al sol

Asanas de pie

Asanas de flexión

Asanas de extensión

Asanas de equilibrio

Asanas de torsión

Asanas invertidas

Las Bandhas masajean los órganos internos, eliminan la sangre estancada y estimulan nervios que inervan diferentes órganos del cuerpo. El momento ideal para realizar las Bandhas es tras las posturas y antes de los ejercicios de respiración y de la meditación.

Toda nuestra vida depende de la respiración y sin embargo apenas le prestamos atención. La vida y la respiración están íntimamente relacionados. Cuando respiramos correctamente tomamos el control de nuestro ser y es una gran herramienta para serenar la mente, concentrarnos y meditar.

A través de las técnicas de respiración, o Pranayama, también oxigenamos nuestro cuerpo y eliminamos toxinas. En estas prácticas está presente la inspiración (puraka), la espiración (rechaka) y la retención (kumbhaka).

Pratyahara significa replegar los sentidos en sánscrito. A través de esta práctica tratamos de apartar los sentidos de las actividades cotidianas. Los sentidos nos sirven para interactuar con el mundo exterior y, a través de ellos, conocemos y alcanzamos nuestras metas en el día a día. Los sentidos pueden producir placer, y el problema es que en muchas ocasiones nos genera un fuerte apego a esas sensaciones placenteras. La consecuencia es que nos dejamos llevar por ellas, descuidamos otras actividades y alteramos nuestra conducta, además de quedarnos a veces exhaustas y confundidas. Si no generamos una disciplina y fortalecemos nuestra mente mediante la voluntad, podemos acabar siendo meras marionetas de nuestros deseos, que nos llevan de un lugar otro a su antojo. Si no somos capaces de guiar en cierta forma nuestros pensamientos mediante la voluntad, la mente tenderá siempre a llevarnos a lo más fácil y placentero, independientemente de las consecuencias, a la corta o a la larga.

Pratyhara consiste en liberar la mente del control de los sentidos, que siempre la dirigen hacia los objetos externos. Cuando la mente da la espalda a los objetos externos, y se vacía de pensamientos, tomamos consciencia de nuestro yo íntimo, lo que somos, el que percibe o autoconsciencia. La relajación guiada puede ayudarnos a conseguir este objetivo.

Esta práctica podemos hacerla sentadas o tumbadas, siempre en una postura en la que nos sintamos cómodas y con la espalda recta. Cerramos los ojos, tomamos consciencia de la respiración, y después comenzamos a pasar la atención por diferentes zonas de nuestro cuerpo, a la vez que sentimos que, al pasar por ellas, estas zonas se relajan y se aflojan. Ponemos atención en la zona, como si la ilumináramos con una linterna. La visualizamos, sentimos que se relaja y pasamos a otra zona. Hay muchas formas de hacer el escaneo del cuerpo, primero en una dirección y luego en otra o varias veces en cada dirección (de arriba a abajo, de abajo a arriba, del lado derecho al izquierdo o del lado izquierdo al derecho).

A través de la práctica de Yoga nidra realizamos una relajación profunda, se reducen las necesidades de oxígeno, respiramos más lento, reducimos los latidos del corazón y la tensión arterial, aumenta el aprendizaje, la memoria y la seguridad. También disminuye la sensación de miedo y reduce la necesidad de horas de sueño.

Se busca un estado de dormir profundo y a la vez consciente, donde las aversiones y los apegos son más débiles, se accede a la mente latente o subconsciente y permite purificar niveles profundos en ella. Examina, atenúa y elimina pensamientos, sensaciones, emociones e imágenes (impresiones mentales), que no son útiles, de las experiencias pasadas.

La práctica de Yoga nidra es más un estado que un método. Como la propia práctica de Yoga.

La visualización es una técnica que te permitirá adentrarte en el mundo de la meditación. Partiendo de una postura cómoda, alcanzarás paz y silencio interior, una especie de calma placentera, siendo consciente de tu respiración y de tu cuerpo.

Los mantras nos ayudan a concentrarnos y elevar el espíritu.

«Nos concentramos en el tercer ojo que está detrás de los dos ojos y nos da el poder de sentirte y esto nos hace felices, satisfechos y estar en paz. Sabemos que la inmortalidad no es posible pero una extensión puede sernos dada en nuestra muerte a través del poder de la consciencia».

Es uno de los mantras que más nos conecta con la incertidumbre de la muerte, nos ayuda a aceptarla y a trascenderla. A mostrar respeto, humildad y grandes bendiciones.

El Mindful Eating te ayuda a mejorar tu relación con la comida poniendo en práctica la atención plena en el momento de elegir, cocinar y comer los alimentos, a través de la toma de consciencia y la actitud meditativa. Te proporcionará las herramientas para responder conscientemente a los impulsos y no solo reaccionar ante ellos.

Cualquier enfoque en modo dieta cuando sentimos que queremos mejorar la relación con la comida, solo agravará el malestar. Porque el modo dieta se basa en la prohibición de ciertos alimentos y la obligación de otros. Si queremos cambiar los patrones que se repiten una y otra vez en nuestra vida, necesitamos afrontar la vida con coraje. Para entender qué hay detrás y conocernos a través de nuestra relación con la comida. Y, así, con responsabilidad, caminar hacia delante desde la comprensión de lo que somos. El enfoque de la búsqueda será más hacia dentro que hacia fuera. Solo así, podremos soltar las ataduras, las creencias limitantes y los programas mentales desde los que vivimos. Para sentirnos capaces de salir de esa sensación de dependencia y atadura con los alimentos y sentirnos más libres.

Un atracón es solo la punta del iceberg, un síntoma pero no la causa del problema.